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6 jun 2014


MUNDO LABORAL


Conocí a María una tarde de sábado, por su apariencia bien podía pasar desapercibida, pero sus ojos, serenos y limpios, me llamaron la atención. Había algo en ellos que no supe definir, pero con el tiempo he llegado a descifrar.  
Muchas tardes, de camino a casa, la veía en el parque con dos niños preciosos, en aquel momento y debido a su juventud, no me plateé la posibilidad que pudieran ser sus hijos.  
Al principio sólo cruzamos el típico y mecánico saludo fruto de la cortesía, con el tiempo surgió ese "¡Hola!" espontáneo que todos practicamos,  me sorprendió una tarde con su amplia sonrisa...la primera de una larga lista.  
Un buen día desapareció del parque y de mis solitarios regresos a un hogar en el que nadie me esperaba, ni siquiera Odín, mi precioso gato, al que una moto conducida por un niñato quinceañero, había segado su séptima vida.   
Me acostumbré a otear el paisaje en busca de aquella carita de niña  frágil,  de su preciosa sonrisa que cada atardecer me proporcionaba un instante de luz en el monótono espejo de mi cotidianeidad.
Una tarde aciaga, en la que iba sumida en mis múltiples cavilaciones, el grito de un niño me hizo alzar la vista y allí estaba ella, sentada en un banco, con la cabeza gacha y el rostro sombrío. Crucé la calle para cerciorarme, era María, recostada en el banco y con la mano sobre el vientre. Me senté junto a ella, sin hablar, esperando a que ella tomara la palabra, o simplemente se sintiera acompañada. Con un hilo de voz pronunció dos frases "estoy  embarazada", "me han despedido" . Me habló de su marido, de sus hijos, de su gran secreto: "las tardes de los Miércoles". Los Miércoles", aprovechando que los niños comían con las abuelas, ella hacía la compra semanal. Se alejaba despacio, con el carrito en la mano y en la mente sus hijos. Y esperaba paciente en la puerta de Caritas, agradecida, se marchaba pensando en sus hijos.
Entonces comprendí que el fulgor de sus ojos, a pesar de sus precarias circunstancias era de felicidad. Me sentí minúscula, tenía una trabajo, una casa, algunos ahorros...Aparqué mi parca sonrisa y agradecí haberla conocido.


http://brisadevenus.blogspot.com.es/

23 may 2014

  Gaby


Me perdí en la noche...


Yacía boca arriba en la cama, con los ojos abiertos y el alma en penumbra, escrutaba minuciosamente cada centímetro del pequeño habitáculo en el que se encontraba.
Buscó la cajita de madera italiana, en la que solía guardar algunas cosas...revolvió  el primer cajón de la mesilla...
Encendió la luz y, advirtió una flores colgadas del techo. No le gustaban las flores colgadas del techo. A ella le gustaban las rosas rojas que con tanto esmero cuidaba. Tampoco encontró el reloj de pared que tantas horas le cedió, el que marcó sus días con melodía de amante. ¿Qué había sucedido?  ¿A santo de qué las flores colgaban del techo?
La mujer, había sido la mujer del pelo rojo, la que le traía un mísero café y se comía su madalena, la misma que le había quitado el bolso, los zapatos de tacón, sus cremas...Era una mala mujer, por eso la tiraba a la piscina y le toqueteaba el cabello, para que se ahogara y  quedarse con  sus cosas...¡Mala pécora!
El rostro de la niña, familiarmente irreconocible, llenaba de nostalgia sus soledades, quiso pronunciar su nombre...guardó silencio. Sabía que tenía una niña y aunque a veces lo dudara, algo en su interior le decía que ésta no era la suya.
La del pelo corto  hablaba menos, pero tenía la manía de acostarse en su cama, se acurrucaba a su lado y la abrazaba, entonces ella sonreía, no estaba segura del porqué pero le gustaba tenerla cerca. ¿Dónde estaba, holgazaneando  como la del pelo rojo y el de ojos azules?                                                                                          
El hombre de ojos azules no era de fiar, en una de sus incursiones nocturnas le había visto en la cama de su madre, la apretaba tanto que ella se había desmayado. El muy rufián dormía a pierna suelta, mientras su madre...Corrió hacia la puerta para pedir auxilio, se había encasquillado, cuando consiguió abrirla se encontró con un montón de vestidos y cajas de zapatos en el descansillo. Había sido cosa suya, sólo a él se le podían ocurrir tales extravagancias.
Menos mal que el otro no era tan excéntrico. Él la miraba a los ojos y sonreía mientras le acariciaba la mano; su voz dulce y cálida  le trasmitía paz. Pero tenía la extraña costumbre de inventarse palabras, "mamá" debía de gustarle por lo mucho que la repetía, ¿o tal vez fuera un nombre nuevo?  ¡Pobre hombre, mira que ponerle Mamá!
Ella sólo recordaba un nombre, cada vez que lo pronunciaba, Mamá le preguntaba dónde estaba él...y la mujer, sin responder, le hablaba de "la fiesta" A ella le gustaba recordar aquella fiesta tan bonita, la cantidad de centros de flores que le habían mandado sus amigas, la de gente que había acudido a felicitarla...Todos muy amables diciéndole cosas, dándole besos, hablando del hombre cuyo nombre recordaba.


"La flor del olvido se aleja cantando, y ese olor que en presente tuvimos, arropando las horas y dando calor, se marcha despacio...sin darnos un beso, sin decirnos adiós"


Cecy n0s guía esta semana 








16 may 2014






                                                 El Patio



El patio de mi casa era un tanto singular.
No colgaban coloristas gitanillas de la pared, ni frondosos geranios . No, las plantas de mi casa te saludaban  al asomar la cabeza, mientras que el patio contrariamente a lo habitual, era un lugar de íntima acogida y difícil acceso, ya que tenías que cruzar toda la casa para acabar entrando por una minúscula puerta que había junto a la despensa.
Yo no tendría más de cuatro años, pero recuerdo perfectamente los vaivenes de aquel patio soleado y bullicioso.
Cada mañana me sentaban en una mesa grande y bien dispuesta, con mi vasito de leche, y un susto morrocotudo  sólo de pensar que me obligaran a comer algo. Y mientras yo miraba de reojo el vaso de leche, el patio se iba llenando. Todos los días sobre las 11 de la mañana acudían vecinas y amigas, con las manos llenas, el delantal puesto, y una sonrisa radiante. Según entraban iban dejando en la mesa su pequeño aporte culinario, sencillo la mayoría de las veces, pero apetecible y muy de la tierra. Verduras asadas, carne con tomate, tortilla de patatas, ensalada de cebolla unas veces y otras de tomate, berenjenas fritas, morcillas y longaniza asadas, anchoas...Pero lo que nunca faltaba eran aceitunas, tomate y pimiento en salmuera, unos racimos de uva. El  vino y la mistela eran cosa de mi abuela, o mejor dicho de mi abuelo; el buen hombre se divertía cogiendo lo mejor de la bodega, para luego contar la anécdota de que a más de una le subieron los colores en demasía.
Y es que en mi tierra se para el reloj a media mañana, el almuerzo es sagrado, aunque más parece por consistente la comida. Resulta tan típico e imprescindible, como el tapeo Andaluz.


 mas historias en el Patio de nuestra amiga María José





8 may 2014









 

Luchó con todas sus fuerzas, aunque sabía que siempre amaría a aquella chiquilla caprichosa y testaruda, la que enarcaba la ceja izquierda con gesto contrariado cuando él pasaba de largo, fingiendo indiferencia.

La tenue luz del alba la sorprendió recordándole al único hombre que había amado. Su porte, sus maneras elegantes y delicadas... la calidez de una voz profunda y envolvente que arrastraba las palabras enfatizándolas... unos ojos grandes de mirada intensa cuyos párpados rezumaban sensualidad al entreabrirse... unos labios de melaza que insinuosos despertaban el deseo más recóndito... pequeñas manos, palomas blancas descubrieron los vaivenes del primer amor.

Le reconoció y abrió la puerta.
-El niño del que renegué está muerto.
-Deja de culparte. Y ahora traeré unas cosas y te las comerás-dijo tajante- No pienso recogerte del suelo aunque te abras la cabeza.
-Es un farol, me recogerías, ¡claro que me recogerías!-dijo ya en la cocina
-De la puerta no pases.
-Puedes tirarme la olla a la cabeza pero procura no abrirme una brecha o acabarás dándome la razón.
-Espera que sazone con arsénico tu ensalada y veremos quién la tiene.
-¿Tendré que cortarme las venas?
-No olvides limpiar el suelo si te decides.
-Un golpe la sobresaltó ¿Qué haces tendido en el suelo de mi cocina?
-No puedo moverme.
-Llamaré al médico...
         -¡No! -dijo levantándose- conste que yo tenía razón.
         -¡Eres repugnante!
-Y tú preciosa... -dijo besándola
-Pero...
-Díme que eres feliz a su lado.

Sentados en la cuerda floja habían llegado a un punto , del que no podían ya escapar. Era la hora de sopesar pros y contras, de enfrentarse a un hecho irreversible y hasta irreverente, de aceptar una verdad que les quemaba, de tomar decisiones y aceptar consecuencias, de pronunciar un monosílabo que cambiaría sus vidas. Demasiado tiempo evitándose, demasiados silencios, demasiadas miradas perdidas por no querer leer en ojo ajeno, demasiadas noches amando a medias, demasiada soledad. Estaban a punto de trasgredir la sutil línea que separa deber y querer. Se miraron a los ojos intentando adivinar qué esperaba el otro; había llegado el momento de decidir si se doblegaban de por vida o se amaban unas horas.
Y sí, se saltaron todas las reglas humanas y divinas, todas menos una, la de faltar a una verdad que les había encadenado muy a su pesar.




16 may 2013

 

                                Este Jueves:   "La fiebre del oro"

 
Se despertó desmadejada, la noche había sido larga y turbulenta. De nuevo ese  sueño molesto, en el que se sentía atrapada en una especie de red invisible que la envolvía, luchaba desesperadamente por librarse de ella...hasta que sonaba el despertado y sus ojos se abrían a la luz de un nuevo día.
Cogió la jarra de miel para endulzar el café con leche que tenía delante, y al hacerlo, recordó las palabras de la gitana "no busques lo que ya tienes" -le había dicho. "Buscar"-dijo para sí-, su vida se basaba en la búsqueda; buscaba trabajo, buscaba una pareja, buscaba estabilidad, buscaba poder tocar el cielo con un dedo de pura felicidad, buscaba que la búsqueda fuera infructuosa... Y sin embargo ahí estaba, sentada frente a una triste taza de café con leche, removiendo con una vieja cucharilla su desasosiego, sin más compañía que la del impertinente mosquito que la rondaba, intentando no pensar, aterrada por todos los pensamientos que mas que acompañarla la aturdían.
Llevaba ya diez minutos removiendo el contenido de la taza,  en la mano una cucharilla mellada por el uso, y en la mente un tira y afloja entre búsqueda y pensamiento. Miró el reloj de la cocina, se levantó sin haber desayunado y, se dirigió al dormitorio. Se vistió con desgana y al hacerlo, recordó su primer día de colegio, hoy sentía el mismo nudo en el estómago, pero estaba sola, sin nadie que le diera un palmadita de ánimo en la espalda, o le regalara una sonrisa aunque fuera forzada.
Bajó del coche y miró de reojo el vetusto edificio; en su interior una larga cola de gente con sus mismos pensamientos, en el mostrador una cincuentona gorda, fea y antipática, repetía la misma cantinela una y otra vez.
Se sentó en una destartalada silla y con gesto mecánico, sacó un crucigrama arrugado del bolso. Habían pasado dos horas y seguía en la misma silla, mientras la mujer loro, repetía la misma retahíla con notable indiferencia.
Finalmente alguien pronunció su nombre, se levantó, cambió de silla y,  observó el horrendo color de las paredes. Un ligero carraspeo la sacó de su ensimismamiento, al otro lado de la mesa un rostro frío la observaba atentamente.
-No hay nada y créame que lo siento- dijo el hombre.
-¿Cómo que lo siente?-respondió alterada.
-No me malinterprete, está será la última vez que nos veamos.
-Ahora me dirá que le parece mal que no me esté muriendo.
-No... yo...verá...déjeme que le explique.
-¡Está loco de atar!- dijo levantándose bruscamente.
-¿Quieres comer conmigo, Áurea?

 

2 ene 2013


Mis disculpas por no desearos que el recién iniciado año os lo de todo. Sería una incongruencia por mi parte incurrir en tal utopía, me quedo por tanto con la lógica para encarar el nuevo año.
Como todos, tendrá la "sal" y la "pimienta" que adereza toda existencia. Habrán momentos buenos y otros no tan buenos; risas y hasta puede que alguna lágrima díscola y caprichosa enturbie nuestros días; sentiremos la soledad y también el calor de la amistad; la añoranza por aquellos que nos dejaron nos acompañará en momentos puntuales...

Caminemos con paso lento y seguro para no tropezar y aceptemos con agradecimiento y humildad la mano amiga que nos ayude a incorporarnos.
Enterremos la prepotencia, el egoísmo, la negra duda, la inseguridad, el rencor...
Olvidemos el "pasado imperfecto" para poder disfrutar plenamente del presente.
No confundamos "PROBLEMA" con "problema", centremos la lucha en lo evitable, y aceptemos con coraje y valentía lo inevitable.
Amemos incluso a quien no lo merece...por puro egoísmo.
Que nadie olvide la sonrisa y el buen humor, como compañeros de viaje son inigualables.
Y sobre "riqueza"... quedémonos con lo realmente importante: los afectos, que endulzan, dan sentido a nuestros días, y son mayoritariamente imperecederos.

Yo cierro gustosa un año complicado y duro, cuyo desenlace era previsible. Me quedo con los gratos recuerdos y la esperanza de poder dar lo que me dieron... La ventana queda abierta al futuro y la amistad.

Un beso enorme, compañeros.
 

20 dic 2012

Relato de Jueves



Siempre me han gustado las ventanas, por que me gusta la luminosidad, la renovación, y estar en contacto..con el vetusto pino que me da las buenos días cada mañana desde el otro lado, la luz que me anuncia un nuevo día, el trinar de los pájaros, o el ladrido de mi perro ante un visitante desconocido.
Me conectan al mundo que me atrae y me interesa, del mismo modo que son una barrera, entre ése otro cuya oquedad despierta mi indiferencia. Si estuvieran siempre abiertas o cerradas, sin lugar a dudas dejarían de gustarme.
Andaba yo buscando nombre al blog y ninguno me cuadraba. Aburrida me quedé mirando la pantalla, y comprendí que el ventanuco que esperaba el bautismo era una ventana en toda regla; una ventana abierta al mundo, con todas la ventajas y desventaja que ello conlleva.
La mejor ventana para asomarme y compartir mis inquietudes, para conocer otras culturas y comprender comportamientos...Una ventana que bien usada, puede ofrecerte un mundo paralelo e igualmente maravilloso.
Y al mundo la dejé abierta, para que aires nuevos renovaran el ambiente, para que gente diferente y desconocida entrara y saliera a su antojo...sin pestillos ni cerrojos esta vez.
Lo de “.com” fue el toque de humor con el que suelo aderezar casi todo, y que en este caso concreto, reforzaba la idea que quería expresar.

19 dic 2012

Un guiño de cálida y sincera amistad


Mis queridos amigos, he decidido que la ventana pasará estas fiestas sin muñecos de nieve, ni bolitas coloristas que adornen el árbol.
Con un decir tan atípico como la decoración de la casa, os hago un guiño de cálida y sincera amistad.

TE DESEO...



 
 Que el niño que fuiste te acompañe siempre.
 
 
 
 
 
Que camines libremente  y sin perder el paso.
 
 
 
 
Que no te falte una pizca de nada.
 
 
 
 
Que nadie silencie tu voz.
 
 
 
 
Que no existan para ti las cadenas.
 
 
 
 
 
Que no falte una nota en el pentagrama de tu vida.
 
 
 
 
 
Que el corazón no te nuble la vista.
 
 
 
 
 
Que el Yo se convierta en Nosotros.
 


 
 
Que el calor arrope tus días.




 
Que tus raices te hagan crecer.
 



 
Que no hilvanes la duda con lágrimas.




 
Que las espinas no hieran tu alma...
Que la herida no te haga cesar...
Que la lucha culmine en un triunfo...
Que el triunfo te enseñe el camino...
Que el camino valga la pena...
Y encuentres la dicha y la paz.

 
 
 


12 dic 2012

Este Jueves "SE VENDE"




Gracias a San, he podido conocer a una mujer encantadora... hasta ahora  sólo había leído sus escritos.
Las otras dos manos son las de Esilleviana, buena escritora y mejor compañera.
Ha sido muy grato ser tu compañera, Esi. Muchísimas gracias.


 
Encontró un atadijo camuflado en una reducida muesca de la garita más saliente del bastión, con un leitmotiv difícil de rechazar: compañía, entretenimiento y nostalgia. Mientras observaba con detenimiento el pequeño lío de la cuerda e intentaba mentalmente deshacer el nudo mal hecho, interpretó que su alma no podía osificarse en un objeto que se compra o se vende. Desde la aspillera advirtió a las personas que paseaban por el interior de la fortificación recordando la sonrisa de felicidad de aquella mujer errante, o los ojos alegres de aquel enfermo acompañado, que con caminar pausado arrastraba la vida, mientras en el suelo mojado, quedaba la huella del hombre honesto que marcaba el paso.
Dos chiquillos le hicieron trastabillar, y mientras el anciano se balanceaba advirtió la presencia de un hombre en un tenderete, cuyo rostro le era ajeno.
Dispuestos sobre unas cajas pudo ver unos frascos de diversos formas, tamaños y colores. Media docena de mujeres se habían acercado para averiguar su contenido, pero extrañamente guardaban un silencio inusual.
El anciano, agradecido, tomó la palabra.
-¿Qué vendes?
-Lo que tú buscas no puedo dártelo, y lo que tengo no lo necesitas-respondió tajante.
-No has dicho lo que vendes-gritó una joven.
-Dos onzas de felicidad, media sonrisa, una pizca de sensatez, cinco gramos de buen hacer...
-¡Mentiroso! ¡Embaucador! ¡Farsante!-gritaron el resto de mercaderes.
-¿Cuánto pides por todo?-dijo una voz lejana.
-¿Acaso me lo puedes comprar?
-Toma-dijo poniéndole una bolsa de monedas en la mano.
-Con cien bolsas como ésta no compras lo que yo vendo.
El hombre soltó una sonora carcajada, ante tan insólita respuesta.
-¡Gracias!-dijo el mercader devolviéndole las monedas- Ya me has pagado.
 

SAN nos guiará en las demás ventas.

9 dic 2012



Mientras cronos juega con nosotros caprichosamente, la vida cierra y abre puertas, y celosamente nos asomamos para descubrir qué nos depara el destino.
El mío culmina al asomarme a la ventana, y dejar que el aire se renueve inundando la estancia de aromas familiares.
Permitid que mis tímidos decires os acompañen nuevamente, que fluyan libres y espontáneos con más pausa que prisa; suaves  como la brisa, cálidos como las tardes de Abril...
Dejad que los vuestros me susurren al oído mil cosas y ninguna. Que lea entre líneas, interprete los silencios, y adivine en cada línea emociones y nostalgias.

Un fuerte abrazo, compañeros.

22 nov 2012

Saludito...jueveros


Paso un momento para dejaros un saludo a todos.

Me encanta ver que la participación no decrece, que cada jueves, puntualaes acuden los jueveros a la cita, con el buen hacer que les caracteriza y las ganas que todos y cada uno le pone.
Lo de menos es el tema, se trata de participar, de leer al amigo y seguir la andadura juevera. Hacedlo sin prisa ni pausa, demostrad que soís grandes narradores y mejores amigos.
Aunque no os comente, os leo cada vez que puedo...me encanta leeros.
Todavía no puedo unirme a los jueves, pero me apetecía mandaros un beso enorme a todos.


Hasta prontom, compis.

1 oct 2012

A intermitencias...Juevera.


Mis queridos amigos, acabo de llegar y ya me estoy marchando. No sé si mi ausencia durará una semana, dos días, o un mes, pero no os quepa la menor duda de que en cuanto me sea posible vuelvo a los jueves, participando o simplemente leyendo vuestros maravillosos escritos.
Algunos escritos me quedan por leer, como siempre serán geniales, aunque no pueda ya comentaros por falta de tiempo. Aceptad mis disculpas, otra cosa no puedo ofreceros en este momento.

Adelante compañeros, seguid con la misma ilusión que siempre, demostrad que sois excepcionales una vez más...pensad que los días pasan volando, y en un abrir y cerrar de ojos volveremos a leernos.

Un beso juevero.

25 sept 2012

MIRADA RESTROSPECTIVA
 
 
 
 

MAL DE OJO

La farola nos miraba de reojo, y caprichosa se abalanzó sobre nosotros. La mire para decirle las tres mil por tan grosero comportamiento, pero al girarme me di cuenta de que era bizca. ¡Fatalidad!-me dije- poco y malo nos puede traer una farola lisiada.
Quise saber el porqué de tan insidioso comportamiento, y antes de que comenzara la retahíla de reproches que se agolpaban en mi mente, la tenue voz de mi acompañante me pidió un mínimo de recato.
-Déjala, está vieja y cansada, lo último que necesita es que te ensañes con ella-me dijo con un tono de voz casi imperceptible.
-Mirame-continúe con la ira inyectada en los ojos-Tengo veinte años y aquí me tienes, atrapada en un amasijo de hierros por tu culpa, lo mínimo que deberías hacer es echarme una manita, en lugar de guiñarme el ojo con descaro.
-Yo en cambio,-dijo tartamudeando- soy una anciana. Llevo toda la vida aquí, mirando a la gente que pasa, observando sus rostros lozanos, la alegría en sus ojos, viéndoles envejecer hasta que un día...
-¿Qué sera de mi ahora, quién me querrá con esta cara?
-Pregúntale a él-respondió antes de apagarse para siempre.

Y sí, cada vez que recuerdo ese día, le miro a los ojos, y señalando con el indice mi rostro, le digo con guasa: ¡bonita forma de declararte, truhán!
 
 

EL ÚLTIMO COMENSAL

De espaldas al mundo, cuchara de madera en mano, remueve el contenido con entrega de madre. Sobre la mesa, ya caramelizado, el molde dónde verter su amor.
Cada viernes observo la misma escena, luego, con mi diminuta silla roja en la acera, espero paciente su llegada.
Miro fijamente un punto concreto, pronto le veré girar la esquina, con su bolsa al hombro alzará la mano al verme, yo le esperare sentada, no puedo levantarme y salir corriendo-me ha dicho la abuela-
Irrumpo en la cocina gritando: quiero flan, quiero flan...Ella niega con la cabeza un viernes más, ella sabe mejor que nadie lo que quiero y lo que temo.
Regreso a la puerta, está oscureciendo y no viene, entro nuevamente en la cocina gritando :quiero flan, quiero flan..niega con la cabeza y salgo nuevamente.
Se ha encendido la farola de la esquina y no llega...quiero flan, quiero flan-digo en voz baja.
Mi abuelo me coge por sorpresa, me estrecha entre sus brazos y le digo que quiero empezar el flan, me besuquea mientras saca de mi oreja una moneda de chocolate, luego me dice bajito que lo empezaremos cuando él llegue.
¡Ya está aquí, el tío ya está aquí! -grito nerviosa-, él me mira y levanta la mano. Entro precipitada al patio y espero preguntándome qué sucederá ahora.
El primer abrazo es para mí, la abuela nos observa sonriente y espera que el juego concluya.
Mi abuelo sale a su encuentro y le da un abrazo, luego viene hacia mí y cogiéndome en brazos me pregunta si quiero flan, niego con la cabeza, miro la puerta cerrada y sonrío feliz. ¡Ya estamos todos...no me gusta el flan!

 

Reflexiones de martes

 
 
De la calma a la locura...sólo un paso de cordura.
 
 
 
 

Al vademécum del curioso le llamaron diccionario.
 


 

24 sept 2012

¡Jueverossss!


Queridos Jueveros:

Una ausencia prolongada la mía, más de lo que me hubiera gustado, pero si hay algo que no se puede planear es la vida.
No he podido leeros todavía, pero estoy deseando participar en los tradicionales y adictivos Jueves, literarios y entrañables.
No sé a cargo de quién será el próximo, pero  fisgonearé un poquito para enterarme y me uno nuevamente.
 
Desde la ventana, lanzo besos para todos.

10 jul 2012

LOKURA BLOGUERA

                                                 
 Gaby  y  Encarni  me lo ofrecen



La entrega de este premio, supone las siguientes pautas a seguir:



NORMAS DEL PREMIO

1.- Se premiarán 7 blogs, 5 que no superen los 300 seguidores y 2 a libre elección.

2.- No podrás devolver el premio al que te ha premiado pero sí tendrás que nombrarlo y enlazarlo a tu blog.

3.- Agradecer el premio desde el corazón de tu blog, o sea, si tu blog es de poesía con un pequeño poema, si es de cocina con una pequeña receta...(esta norma es opcional, solo persigue el fin de dar más originalidad al premio)

4.- El blog premiado debe reflejar el último comentario que han dejado en su página.

5.- Decir 3 cosas que te gustan y tres cosas que no te gustan.


Gaby, Encarni, pensad que somos viejas amigas, que charlamos amigablemente frente a un café…Permitid que os trate como trataría a mi mejor amiga, sin salsas que por no ir conmigo se me queman, a mi manera, demasiado sencilla en ocasiones pero sincera.
Sólo dos palabras: ¡Muchísimas gracias!

La elección siempre conlleva complejidad, extrema en este caso. Todos lo merecéis pero sólo puedo elegir siete.
Basándome en mis parámetros he hecho la siguiente:









El último comentario:
“Me sentí transportado a un verdadero mundo de Fantasía”.
Luis Rodríguez

Me gustan: unas risas entre amigos, que el contertulio me mire a los ojos, el olor a pólvora y azahar.

Me disgustan: la cobardía, la manipulación, cualquier la falta de respeto…los malos tratos los meto en este saco.

6 jul 2012




Queridos amigos, aun no habiendo comentado en Algunos de vuestros blogs he querido acompañaros otro jueves.
Asuntos familiares requieren mi atención, y entro de puntillas, los pocos ratos que puedo hacerlo. A todos leeré y responderé aunque sea a destiempo.
Un besos juevero.



          ESTE JUEVES: FANTASÍAS



En noches de agónica soledad juego a ser Diosa de tu mundo. El abrazo húmedo me mece, arrastra al mundo profundo que temo, deseo, añoro…
Sumergida en tu mundo de colores, te busco en recónditos parajes de guiños fluorescentes.
Me esperas impaciente, sentado en el azul intenso de tu trono me miras... la retina impregnada de deseo.
-Quédate conmigo.
-Quiero ser la Diosa de tu mundo.
-Para siempre, entonces.
-Siempre es demasiado.
Un grito desgarrador desdibuja el azul de tu mundo, algo tira de mí, me empuja, arrastra…seres de colores me custodian.
La blanca espuma de tu furia me lleva hasta la orilla, la arena mojada, dos conchas en el pelo, unas cintas envolviendo mi tobillo…
La calidez se acerca de puntillas…unos labios descubriendo mis secretos, el alba despierta al súcubo…
-Quédate en mi mundo claroscuro-susurra-
-En el nuestro-respondo-
Bajo la almohada guardo el azul, en silencio digo: hasta mañana.


28 jun 2012

RELATO DE JUEVES



EN LOS ZAPATOS DEL OTRO






Por aquello de que siempre es mejor lo que no se tiene, envidiaban el zapato ajeno. Todos pensaban lo mismo sin llegar a decirlo: “el suyo es mejor”, “mira, es de marca”, “aquel es más ancho y tiene tacón”, “yo quiero las sandalias para que no me hagan rozaduras”.
Y un día de tantos, por aquello de probar, decidieron cambiarse los zapatos durante una semana.
Los pusieron todos en un montón y con los ojos vendados, cada uno de ellos eligió un par.
Y surgió el primer problema…Unos tuvieron suerte y encontraron la pareja de inmediato, mientras otros rebuscaron y creyeron haberla encontrado. Los menos afortunados tuvieron que quedarse con lo que nadie había querido.
Y le sucedió el segundo…pies anchos que no cabían en los zapatos, zapatos anchos para pies escuálidos, hombres con zapatos de tacón en los que sólo les cabía el dedo gordo, zapatos de finísima piel que no se acoplaban al pie que los calzaba, un zapato de tacón para el derecho y una sandalia para el izquierdo, zapatos iguales para pies distintos, y unos pocos, con la suela tan fina, que con tan sólo tres pasos el asfalto les quemaba hasta los mismísimos tobillos.
Y llegó el tercero…pies hinchados, torceduras de tobillos, dolores de espada, rodillas desolladas de tanto tropezón, y en el alma de todos, una terrible insatisfacción.
Y la única ventaja del añorado cambio…Dejó de importarles la piedra que se lleva en el zapato. Es tu piedra, tu zapato y tu  camino…producto y consecuencia, la causa, no tiene demasiada relevancia. 

21 jun 2012

Relato de Jueves: Mis dos jueves.

Puede que mi aportación sea mínima esta semana, pero intentaré trasmitiros lo que desde el desconocimiento de cómo sois a nivel personal, he podido captar por vuestras palabras, en las escasas dos semanas que llevo entre vosotros.

Me colé a hurtadillas entre los jueveros, no recuerdo ni como sucedió, pero seguí entrando de tanto en tanto, llevada supongo que por la curiosidad, por la forma de escribir que en algunos de vosotros advertí y por su puesto, la oculta necesidad de conocer a gente con mis mismas inquietudes.

Inicialmente pensé que eráis un grupo pequeño, que os reuníais los jueves delante de un café y compartíais luego vuestros escritos. Y una pizca de sana envidia os confieso que sentí. Recuerdo que pensé, “si viviera en una capital, tendría al alcance de la mano muchísimas cosas”, pero bueno, una es de pueblo y encantada de la vida, aunque a veces se echen de menos algunas cosillas.

Y en ninguna de mis incursiones quise caer en el intrusismo, y romper el encanto de vuestros jueves. Hasta que uno de esos días cursis en los que todo cabe, me colé por la Ventana. Me sorprendió gratamente su pronta respuesta con un sí que no esperaba, y gracias a la cálida brisa de Venus, me vi en la lista de su relato encadenado.

Pero la cosa se enredó antes del jueves de Encarni, y yo sin comprender nada, bueno, algo si que comprendí…Y en esto creo que puedo ser imparcial, ya que no tengo el gusto de conocer a Gustavo, a vosotros al menos os he leído, y una se hace un idea, puede que inexacta, pero idea a fin de cuentas, que en muchas ocasiones no dista tanto de la realidad.  Entendí que Gustavo, a pesar de su aparente “rareza”, que desde luego no juzgo, y firmemente creo que sus buenas razones tendrá el hombre, es una pieza importante para todos vosotros…el afecto de un colectivo no cae del cielo, y tengo la impresión de que  a pulso se lo habrá ganado el buen hombre, ya que ni una sola crítica he leído sobre él.

Y en pocos días supe que entre los jueveros, encontraría dos cosas básicas para mí: respeto y una buena dosis de camaradería. Hace unas pocas horas he podido comprobar, que la amistad es otra cosa que valoráis y fomentáis…una razón de peso para seguir aquí.

Y al otro lado del papel, intento  participar en esta propuesta de jueves, a salto de mata, y con una calidad literaria muy  cuestionable. Mi única intención es que mis palabras os dejen bien claro, lo que al recién llegado proyectáis.

Muchísimas gracias a todos, por abrirme las puertas de vuestros rincones virtuales, y la calidez que estos pocos días me habéis obsequiado.

¡Sois grandes, jueveros!

7 jun 2012

RELATO DE JUEVES




El silencio de la noche es absoluto, sólo el suave sonido de unas sandalias lo interrumpen y un chasquido que de inmediato reconoce. El joven monje ha encendido la luz de la escalera y se acerca. Se descalza, sube dos escalones precipitadamente, y se refugia en el rellano. Un sudor frío y espeso recorre su frente, el mundo se desdibuja ante sus ojos y busca apoyo en la encalada pared.
El cuerpo de una mujer joven yace frente al monje en el rellano de la escalera.  La extraña visión le deja perplejo, pero no hay tiempo para preguntarse cómo ha entrado y para qué. Aún respira-piensa aliviado-, de repente algo le asusta…una pequeña mancha de sangre junto al cuerpo. Sandalias precipitadas se acercan, y el más anciano decide por todos ellos. Prepare una celda Fray Andrés-dice con voz grave pero serena-
Lo primero que ve al abrir los ojos es la sombría figura de un anciano, perpleja mira al hombre, sabe que ya no podrá coger lo que ha venido a buscar. No te asuste hija, -dice el anciano- sólo es un pequeño corte en la cabeza. Su semblante cambia de inmediato, ahora sí-piensa, al darse cuenta de lo ventajoso de la situación-, ahora podré conseguir los jeroglíficos…¿Quién sospecharía de una pobre mujer con la cabeza vendada?




    En casa sw Gastón       Gastón D.Avale